Parker: Matadero

Por fin en español  la cuarta adaptación de las novelas de Parker a cargo de Darwyn Cooke. Sin duda, uno de los tebeos más esperados en la agenda comiquera.

Cuarta entrega ya. Después de las tres primeras, todo invitaba a pensar en un posible estancamiento o bajada de calidad en la serie. Después de su lectura, no seré yo quien afirme tal cosa.

Las adaptaciones de Parker siguen en muy buena forma. Siempre partiendo de esa ambiente de género negro que acompaña al personaje, en cada nueva aventura algún nuevo matiz se introduce en la historia para darle un interés extra.

Si en anteriores entregas Parker tenia que interaccionar con otros personajes sea por su búsqueda de venganza, sea por su interés en dar un golpe, en esta cuarta entrega tenemos a un Parker más solo que nunca.

La acción arranca con las consecuencias de un golpe fallido, con Parker a la carrera con el botín y refugiandose en un parque de atracciones cerrado durante el invierno. En su huida, es localizado por unos policias corruptos que en vez de cumplir con su deber van a intentar quedarse con el dinero del golpe.
Por supuesto, no creo que esperaran encontrarse con un personaje como Parker.

Darwyn Cooke vuelve a realizar una majestuosa adaptación del texto original. Dominando el ritmo de la trama, dividiendo la historia en capítulos de los cuales los primeros sirven para crear una tensión sobre el futuro de Parker mientras que los segundos son acción pura y dura. Como es habitual en él, Cooke combina momentos de dibujo muy simple y dinámico  con otros de detallada representación según convenga a sus intereses, siempre pendiente de no perder un ápice de tensión narrativa  y de que el lector se sumerja en la historia a través de las páginas del libro. Todos y cada uno de los ingenios y trucos narrativos puesto en escena por Cooke tienen una función, como ese magnifico desplegable a modo de plano del parque de atracciones, que hará las delicias de los lectores a la vez que los pone en situación de cara a la acción que luego sucederá o ese estupendo uso del color azul que tan bien refleja el gélido invierno.

Todo lo esperado, y mucho más, lo volvemos encontrar en esta cuarta entrega de Parker, que no solo mantiene el nivel de calidad de anteriores entregas, sino que en ciertos aspectos los supera.