lunes, marzo 15, 2010

Air: Cartas de paises perdidos.

No se puede negar que la etiqueta de sorprendente y original que acompaña a todos los comentarios vertidos sobre esta nueva serie de Vertigo, es totalmente merecida. El que busque un cómic diferente, está de enhorabuena.

Por más que me resisto a hacerlo, no soy capaz de evitar sacar a colación la serie de televisión Lost (Perdidos). Al igual que esta televisiva saga, Air tiene la capacidad de sorprenderte, maravillarte y cabrearte hasta extremos insospechados en el intervalo de tiempo que lleva pasar de una página a otra. La trama es una vorágine sin control, donde van pasando cosas a un ritmo endemoniado, con una coherencia narrativa y una construcción de personajes más que cuestionables y donde hace falta mucha fe y paciencia para encontrar resultados. La clave es que si tenemos esa paciencia y resistimos la tentación de abandonar la lectura, finalmente encontramos lo que hace especial y destacable este tebeo. Y justo cuando lo hacemos, a la siguiente página nos volvemos a cabrear.

Complicado recomendar este tebeo, porque realmente hay petróleo dentro, pero el problema es que los trabajos de búsqueda no son fáciles y van a requerir de mucho esfuerzo por nuestra parte. Vosotros veréis hasta que punto os puede llegar a compensar.

Lo sé. Acaba el post y todavía no dije una palabra sobre el argumento de la serie. Buff, imposible haceros una sinopsis sin llevaros completamente al desanimo. En fin, si llegasteis hasta aquí, creo que os lo merecéis.
Air va sobre una azafata (que sufre de pánico a las alturas) y que en menos de dos páginas, pasa de combatir una organización antiterrorista (que secuestra un avión) a ser una suerte de espía, lanzada en busca del amor de su vida (al que conoció 3 páginas atrás y del que no tenemos ni idea de quién puede ser), llevándola esta búsqueda a un país que no existe en ningún mapa (porque su amado le envía una carta desde allí) y al que llega por medio de unos sueños-visiones en los que habla con una especie de serpiente alada que funciona a modo de dios-símbolo.

Qué, cómo se os quedó el cuerpo. Pues esto sólo es el principio.

No hay comentarios: