lunes, agosto 24, 2009

Low Moon


Jason sigue con su frenética actividad. Después de regalarnos varias de las mejores historias aparecidas en el mercado español en los últimos tiempos, no ofrece ahora, en formato recopilatorio, varias historias "cortas", todas trabajos de encargo para cabeceras como, entre otras, el New York Times Magazine.

En estas cinco historias, Jason vuelve a sus temas recurrentes, con su particular mezcla de estilos y quizá en esta ocasión, una especial querencia por las referencias del cine clásico. Se nota que todas estas historias son trabajos de encargo, porque realmente les falta la chispa que tenía en trabajos como Yo maté a Adolf Hitler o Por qué haces esto?
En todo caso, el toque Jason sigue estando ahí. Parece como si este hombre tuviera tantas, y buenas, ideas, que el día no tuviera suficientes horas para desarrollarlas todas en profundidad. De ahí que estos 5 relatos apunten a grandes obras, pero luego se queden en promesas no del todo finalizadas. De todas formas, poned estos comentarios en contexto, porque en absoluto se pueden tomar como negativos. Es lo que tienen los alumnos aventajados, que cuando bajan del sobresaliente al notable, todo el mundo se lo echa en cara.

Low Moon sigue siendo una compra obligada para todos los fans de Jason. En todas sus historias vamos a encontrar algún detalle que nos merezca la pena, pero ya simplemente por esa versión de Solo ante el peligro, donde los protagonistas solucionan sus diferencias por medio de una partida de ajedrez, ya hace merecedora de un hueco en nuestra biblioteca a toda la obra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo tengo pendiente de lectura. No sé si te lo compré a ti o a la editorial durante el salón pero me mira desde la estantería con ojos golositos. Jason es mucho Jason.

Recuerdo que el año pasado te trajiste el Pocket Full of Rain, que era de historias rarunas, iniciales y tal, de Jason y lo pilló mi chica. No me gustó mucho, al ser tan irregular y tener historias demasiado amateur y cojas narrativamente, pero tenía momentos cojonudos.

Aunque fuera el caso de Low Moon, que se me antoja imposible, seguiría mereciendo la pena.

raúl mella
coruña