viernes, diciembre 28, 2007

El Local


Si me dicen, después de leer su primer tebeo publicado en España, Exterior Noche, que Gipi iba a ser uno de mis autores a seguir, le contesto a todo el mundo que ni de coña.
Pese a las buenas críticas que acompañaban a esa obra, a mí, me pareció demasiado artificial, una creación más interesada en el aspecto formal que en su afán de narración.
Debido a este primer mal encuentro, tarde mucho, demasiado, en leerme Apuntes para una historia de guerra, su segundo trabajo publicado en España. También llegaba con críticas para dar y tomar. Pese a mi reticencia inicial, finalmente acabé dándole otra nueva oportunidad. En esta segunda ocasión si que encontré todo lo que buscaba, en este tebeo. Desde ese momento, Gipi se convirtió en una referencia. Esperé con anelo su siguiente trabajo, S, y una vez más la lectura me recompensó con creces. Con todo esto, cuando El Local llegó a las estanterías, Gipi ya me tenía entregado a la causa.

En El Local, partiendo de un relato estructurado en cinco partes, equivalentes a 5 canciones, se nos cuenta, sin más pretensiones, la historia de unos jovenes adolescentes, enfrascados en ese sueño juvenil que es formar una banda de rock y comerse el mundo. Por supuesto, todos los comienzos son duros, y más si tienes que buscar un local donde poder ensayar.

Con esta excusa, Gipi consigue meterse al lector en el bolsillo, hablándonos de los sueños de estos chavales, de sus aspiraciones, de su manera de enfrentarse a la vida y revelarse contra el futuro que tienen establecido de antemano.
Con su particular estilo gráfico, Gipi consigue trasmitirnos todas estas sensaciones sin forzar, en absoluto, la narración. Sin ningún tipo de artificio.
Los 5 relatos, las 5 canciones, mantienen un nivel más que correcto. Pero lo que hace especial a este tebeo, son las páginas finales de cada uno de los actos, en el que la banda, en su local, ensaya una de sus canciones. En ese momento, sin mediar palabra y con tan solo la fuerza de las imágenes, realidad y ficción se mezclan, y Gipi consigue lo imposible, que es que el lector sienta la fuerza de la música que se está tocando en el tebeo. Sé que resulta difícil de creer, pero si te lees este tebeo, te aseguro que sabrás de lo que estoy hablando.

Puede que El Local esté un peldaño por debajo de su Apuntes, pero tampoco os penséis que tiene mucho que envidiarle a esa obra. En todo caso, os recomiendo que pongáis cualquiera de estos tebeos en vuestra agenda comiquera.
Dejad que Gipi entre en vuestra vida. No os arrepentiréis.

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